miércoles, 27 de febrero de 2013

Capítulo 6


Lo cogí, y vi que era un WhatsApp, que decía;
Petarda, te echo de menos, nada es lo mismo desde que te fuiste, ahora hay demasiado silencio. A ver si te acuerdas un poquito más de mí y me llamas cuando tengas un ratito libre. Te quiere; tu hermano.
Me ilusionó mucho saber que me echaba de menos, le quería muchísimo.
Decidí acostarme, porque estaba reventada de todo lo que nos había pasado.
*A la mañana siguiente*
Abrí los ojos, miré el reloj, eran las 11:28h, me levanté y eché un vistazo a las habitaciones de las chicas, todas dormían, así que aproveché para ducharme tranquila.
Salí de la ducha, y me volví a poner el pijama. Me senté en el sofá y me acordé de mi hermano, así que le di un toque para que me llamara.
*Conversación telefónica*
-Hola petarda- dijo mientras reía.
-Hola hermanito- dije sonriendo.
-¿Qué tal te va todo, inglesita?-
-¡Ay! Pues me va genial, no te vas a creer lo que me pasó- le conté detalle a detalle todo lo que había vivido. Se sorprendió bastante, pero no se terminaba de creer que los chicos nos pidieran los teléfonos, la verdad, yo tampoco.
-Mi niña, me alegro mucho, ojalá y sigas igual de bien, te echo mucho de menos-

-Y yo también pitu, eres el mejor- no pude evitar emocionarme.
-¡Ey! No llores. A propósito, tengo que colgar, ya hablamos, te quiero- colgó.
*Fin de la conversación telefónica*
Me retiré el teléfono de la oreja, y me quedé mirando la pantalla mientras me secaba las lágrimas.
-Buenos días- dijo Mayka.
-Hola- carraspeé.
Se sentó al lado mía en el sofá, apoyó su cabeza sobre mi hombro, y le dí un beso en la coronilla.
No me hizo falta explicarle lo que me pasaba, se notaba que me conocía.
-Tengo hambre- intentó cambiar de tema.
-Y yo-
Nos levantamos y fuimos a la cocina, nos preparamos un colacao, ya que no había de nada.
Mayka encontró unas galletas de muesli que estaban en un cajón, pero estaban incomibles.
Entonces decidimos que ya era hora de ir a comprar, así que despertamos a las chicas, nos pusimos un chándal y nos fuimos a un supermercado.
Fue un poco difícil comprar, porque teníamos un presupuesto un poco ajustado, y se nos antojaron muchas cosas. Silvia era la que llevaba el carrito, y cada una metía las cosas que quería.
Estábamos en la caja, cuando Cristi recibió una llamada, y salió fuera para poder hablar más tranquilamente.
*Narra Cristi*
*Conversación telefónica*
-¿Quién es?- pregunté.
-Hola Cristi, soy Louis-
-¡Louis!- grité.
-Oye, que, los chicos y yo nos acordamos que teníamos una cena pendiente con unas señoritas españolas-
-Cierto- reí nerviosa.
-¿Podéis quedar esta noche?-
-Claro, estupendo-
-Genial, pásame la dirección y pasamos a buscaros sobre las nueve- eso hice.
*Fin de la conversación telefónica*

Colgué, y me puse a dar saltos y a reirme cómo una loca, mientas entraba en el supermercado. La gente me miraba raro, y no creo que fuese precisamente por mis dos mechas azules, pero me daba igual. Seguía sin creérmelo.
Las chicas ya habían pagado, y estaban guardando la comida en bolsas.
-Chicas, chicas, chicas, chicas, chicas- grité.
-¿Quién era?- me preguntó Andrea.
-Era Louis, los chicos se pasan a recogernos a las nueve para cenar-
-Si claro, a mí tu no me mientes, y menos con eso eh…- me dijo Nerea.
-Que no tonta, que es verdad- reí.
Les enseñé el registro de llamadas mientras íbamos de camino a casa.
-¿No jodas?¿hemos quedado con ellos?- preguntó Mayka.
-Así es- respondí.
Nos tiramos todo el camino de vuelta a casa planeando lo que nos íbamos a poner.
*Narra Nerea*
Llegamos a casa, guardamos la compra, y preparamos albóndigas en tomate para comer, comimos, recogimos, y las chicas aprovechaban para ducharse, mientras yo me depilaba, porque me tenía que poner una falda.
Terminamos de ducharnos y depilarnos, y cada una escogió su conjunto. Ese día, hacía bastante frío, pero así era el tiempo en Londres.
Yo me puse una falda ejecutiva negra, con una camisa blanca y una gabardina con unas plataformas enormes de color negro. Me ricé el pelo con unas tenacillas, y me pinté los ojos con sombra negra y rimel, y me puse los labios rojos.
Andrea se puso un vestido azul marino, le quedaba un poco más arriba de las rodillas, y tenía una abertura en la espalda. Se lo puso con su americana negra y sus tacones también negros. Se hizo un recogido en el pelo de un moño, y se dejó suelto el flequillo. Andrea tampoco se cortaba maquillándose.
Silvia se puso un vestido rojo ancho, con un cinturón finito marrón  y unos tacones negros. Se alisó el pelo, y se maquilló lo justo.
Mayka se puso un vestido blanco de tirantes, con una chaqueta negra y unas plataformas negras, su pelo era pelirrojo y tenia un rizo pequeño, tenía el pelo muy largo así que solamente se echó un poco de espuma y se recogió el flequillo.

Cristina se puso unos pantalones pitillos azules marino, con una blusa blanca, una americana negra y unas plataformas negras. El pelo se lo alisó y se maquillo lo justo.
Estábamos terminando de arreglarnos cuando llamaron al telefonillo.
*Telefonillo*
-¿Sí?-
-Hola,¿Bajáis?- me preguntó Harry.
-Sí, ya vamos- respondí.
*Fin de la conversación*
-Chicaaaaaaaaas, ya están aquííí- gité desde la puerta.
Cada una cogió sus cosas y salimos de casa.
Llegamos abajo y vimos a los chicos sonriendo. Cada uno iba vestido a su manera, pero todos en vaqueros y con blazers.
Nos dimos dos besos y, al salir del portal, vi que había una limusina gigantesca en frente de la puerta. Me quedé paralizada, nunca había visto ninguna, me eché las manos a la boca. Notába cómo los chicos se reían de nuestra reacción.
Niall nos abrió la puerta. La primera en entrar fue Silvia, luego entré yo, me siguió Cristina, luego Mayka y por último Andrea.
Flipé más cuando entré dentro del coche, justo en frente de nuestros asientos, había otra fila de asientos, donde se montaron los chicos, y justo atrás nuestra, había como una pequeña vitrina donde había botellas de vino.
Estábamos todos dentro del coche. Estaba muy nerviosa, solo podía sonreir mientas me ponía las manos en los muslos, y miraba a las chicas.
-Bueno, ¿qué tal? ¿nos echábais de menos?- preguntó Liam.
Todas reimos nerviosas.
-¿Dónde vamos a cenar?- preguntó Andrea.
-Pues hemos hecho reserva en Hix- respondió Zayn
No sabíamos que era, así que no pudimos opinar.
Pasamos el trayecto en coche bromeando y riendo.
Llegamos al restaurante, era bastante grande, tenía unas lámparas antiguas, pero era muy bonito.
Nuestra mesa estaba bastante apartada, era muy grande.
A mi derecha estaba Andrea y a mi izquierda estaba Mayka, enfrente, yo tenía a Louis, a Harry y a Liam.
Pedimos la comida, no parábamos de reir. Estábamos comiendo y charlando cuando los chicos nos interrumpieron.
-Queremos deciros algo- les miramos y decidimos escucharles atentamente.
-Sabemos que, estas cosas, no pasan, la mayoría de las chicas no conocen a sus ídolos, y ni muchísimo menos las invitan a cenar ni pasan tiempo con ellas-
-Oye que tam…- me interrumpieron.
-Pero, nos hemos dado cuenta de que sois diferentes- nos miramos extrañadas.
-¿Cómo diferentes?- pregunté.
-Pues eso, que sois especiales por qué…-
-Creo que os equivocáis, somos chicas normales con vidas normales- añadió Mayka.
-No, no es así. Cuando os conocimos en el backstage, algo nos dijo que no erais como el resto, en ningún momento os pusisteis a llorar, ni a gritar como locas, ni a pedir autógrafos, y nos resultó raro que con unas fans, pudiéramos estar siendo nosotros mismos, no one direction- nos miramos perplejas.
-Jamás hubiéramos pensado que podríamos ser amigos de unas fans, jamás imaginamos que pudiéramos invitarlas a cenar sin dramas, rumores y sin que presumieran. Pero, miraos, estáis cenando con vuestros ídolos, y ni siquiera habéis comentado nada en ningún tipo de red social. Eso nos dice bastante- todos asentían mientras que Liam hablaba.
Estábamos simplemente, asombradas, jamás pensé que nos pudieran admirar tanto.
-Bueno, tengo que decir que… – todos me miraron atentamente  – … que nosotras jamás hubiéramos imaginado todo esto, ni tampoco que hayamos cogido tanta confianza con vosotros en apenas dos días- todas me miraron y me sonrieron.

Estábamos tomándonos el postre cuando a Silvia empezó a sonarle el móvil, se levantó, y se fue al baño para poder hablar mejor.
-Voy a pedir más vino ¿alguien quiere?- pregunté.
-Yo- dijo Harry. Se levantó y me acompañó a la barra.
Nos pedimos dos copas de vino, que nos tomamos en la barra.
 Estaba hablando con él, cuando de repente me interrumpió y se fue a hablar con los chicos, estos se levantaron de la mesa y se pusieron a hablar con un camarero.
Me senté en la mesa y les perdí de vista, cuando apareció Silvia viniendo del baño un poco pálida.
Estábamos preguntándole a Silvia lo que le pasaba cuando vimos que los chicos estaban subidos en un pequeño escenario que había en el restaurante, nos dedicaron la canción de Irresistible y comenzaron a cantar.
Nos giramos automáticamente, no pudimos evitar sonrojarnos. ¡Estaban cantando para nosotras!.
Terminaron de cantar, y nos pusimos en pie, y les aplaudimos con todas nuestras ganas.
Se dirigieron hacia la mesa y les abrazamos mientras les dábamos las gracias.
Ya habíamos terminado de cenar hace tiempo, así que pagaron y nos fuimos.
Nos volvimos a montar en el coche y  Cristi miró el reloj.
-¡Madre mía! Son la una de la mañana- gritó.
-¿Y que pasa?- preguntó Niall
-Mañana nos tenemos que levantar a las cinco- dijo Mayka.
-¿Por qué?- preguntó Louis.
-Tenemos que ir a trabajar- dijo Cristi.
-¿De qué estáis trabajando?- dijo Zayn.
-Pues, de camareras- dijo Andrea.
-¿Estáis trabajando de camareras?- dijo Harry.
-Sí, necesitamos dinero mientras estemos aquí- añadí.

-¿Tenéis pensado iros?- preguntó Niall.
-Pues la verdad, yo estoy esperando a que me digan si me han aceptado en Cambridge, y si no, pues me iré a estudiar a España- dije.
-Pues nosotros ya hemos terminado el tour, la semana que viene nos vamos a nuestra casa en Sheerness, pero mientras tanto estamos alojados en un hotel aquí, por lo de la actuación de ayer- dijo Liam.
Llegamos hasta la puerta de casa, donde nos bajamos y nos despedimos.
Quedamos en que ellos nos llamarían.
Silvia no había hablado nada durante el camino en coche, seguía muy rara.
Llegamos a casa y nada mas entrar por la puerta, hablamos con ella.
-Silvia, ¿qué es lo que nos ibas a contar antes en el restaurante?- preguntó Mayka.
-Raúl me ha llamado por teléfono.-
_______________________________________________________________
Pues aquí os dejo el 6º capítulo. Me vuelve a pasar lo mismo que en anterior, he subido antes porque esta semana tengo que estudiar para los exámenes. Bueno, espero que os guste, un besitoooo :)x

jueves, 21 de febrero de 2013

Capítulo 5


-¿Estáis listas?- pregunté casi llorando de la emoción.
-¡Sí!- gritaron todas.
-Pues al lío-
Ese día y el siguiente lo pedimos libre en el trabajo, para no tener responsabilidades y disfrutar al máximo.
Primero se duchó Mayka, luego Silvia, después Cristina, que le seguía Andrea, y por último yo.
Eran las 9.00h cuando nos levantamos, así que cada una se tomó su tiempo para arreglarse.
Yo me puse unos pantalones cortos vaqueros, con mi camiseta amarilla, y unas Vans vaqueras. El pelo me lo dejé suelto, no me hice nada.
Andrea se puso unos vaqueros pitillos azules, con una camiseta negra de media manga lisa, y unas zapatillas Adidas blancas.
Silvia se puso unos pantalones cortos blancos, con una camiseta de rayas rojas y beige y unos Nike rosas y grises.
Cristina se puso una camiseta de manga corta gris, unos pantalones cortos blancos y unas zapatillas blancas con rayas rosa fucsia.
Mayka, optó por ponerse una camiseta roja con el signo de infinito en negro, unos vaqueros cortos oscuros y unas Vans negras.
Terminamos de arreglarnos, salimos de casa y entramos en un McDonald´s, ya que nos dieron las 13.36h arreglándonos y de más.
Comimos, eran las 14.48h y nos metimos en el metro, ya que el O2 Arena  estaba a 2 horas de Westminster, y el concierto empezaría a las 19.00h.

Cogimos el metro con antelación porque no sabíamos manejarnos por allí, y nos llevaría un rato hasta llegar.
Tuvimos que preguntar a un par de vigilantes de seguridad, pero conseguimos llegar a las  puertas de aquel estadio a las 17.57h. Había muchísima gente en cola, pero no nos importaba porque teníamos nuestras butacas reservadas en cuarta fila.
Eran las 18.51 cuando logramos entrar, buscamos nuestros asientos, y esperamos a que empezara el espectáculo.
Mientras esperábamos impacientes, encendimos las cámaras y los móviles para grabarlo todo, e intentábamos hablar, a gritos; porque había mucho jaleo.
Estaba hablando con Cristina, que estaba a mi izquierda, cuando se escuchó gritar a todo el O2 Arena. Nos pusimos a gritar nosotras también, y en ese momento apagaron las luces, eso hizo que gritáramos más.
De repente, se encendió un foco y apareció. Los gritos aumentaban por momentos. ¡No me lo podía creer! No podía haber telonero mas perfecto. Ed Sheeran estaba ahí, con su guitarra, sentado, mirando hacia nuestra parte del público.
Se presentó, y nos cantó “The A Team”, “Kiss Me”, “Autumn Leaves” y “Little Bird”.
Me encantaba Ed, cuando tenía un mal día, siempre me ponía los cascos y escuchaba su música.
El estadio entero cantaba, aplaudía, gritaba y lloraba. Ed se fue, pero antes de hacerlo, presentó a los chicos. Estos salieron de un salto al escenario, y empezó a sonar “Kiss You”, en ese momento se me erizó la piel y comencé a gritar cómo nunca antes lo había hecho.
El estadio entero pegó un salto, y ya se escuchaba a algunas fans llorar, y a mí me faltaba poco.
No me lo podía creer, era real, los tenía a pocos metros de mí. Cada vez gritaba más y más, me resultaba casi imposible estar sentada en la butaca, quería gritar más aún, saltar, despeinarme y cantar cómo nunca, pero no era posible, así que me limité a grabar y a gritar.
Cantaron todo el álbum, pero dejaron para el final “Little Things”, eso hizo que las lágrimas que tenía retenidas de la emoción, terminaran de caer por completo. Me emocioné bastante, hasta el punto de estar llorando a moco tendido.
El concierto terminó, y se despidieron, pero el público pedía más, así que cantaron “One Way Or Another”. 

Terminaron de cantarla y se retiraron del escenario, en ese momento, todo el mundo salió fuera, por si salían a saludar, para poder verles una última vez.
Lo único que podía pensar es en que estaba cumpliendo mi sueño, pero ahora tocaba la mejor parte.
Esperamos a que la gente saliera, y nos acercamos al escenario, a preguntar a unos cuantos hombres que estaban recogiendo todo lo que había sobre el escenario. Ellos nos pidieron que esperáramos, uno de ellos cogió un par de maletines, y nos pidió que lo siguiéramos, eso hicimos, subimos al escenario, y bajamos por unas escaleras que descendían y aparecías en un gran pasillo de paredes blancas.
Seguimos al hombre, y esté nos llevó hasta la puerta de sus camerinos. Justo al lado de la puerta, había unas sillas azules de plástico pegadas en la pared de aquel largo y luminoso pasillo.
-Esperad a que vengan, tardarán un rato.- Asentimos y nos sentamos.
Nos colgó del cuello los pases, para que no hubiera problemas, y se fue.
Yo estaba sentada en el lateral, justo al lado de la puerta del camerino.
Saqué la cámara y me puse a grabar
-Pues nada, aquí estamos, esperando a nuestros amorcitos, en la puerta de su camerino, después de haber estado en un concierto impresionante. Vamos a ver qué opinan las demás- dije mientras me grababa de cerca.
Todas saludaron a la cámara y dieron su opinión sobre todo esto. Yo seguía sentada, apoyando los codos sobre los muslos, viendo el vídeo que acababa de grabar, cuando noté un par de toquecitos en el hombro derecho. Giré la cabeza y ví una cintura masculina, subí la vista y me quedé en estado de shock.
-Hola- dijo sonriendo, esa sonrisa, que por cierto, me mataba.
Escuché cómo las chicas se sobresaltaron. Increíble, el mismísimo Liam James Payne me estaba saludando. No sabía que hacer, sentía cada vez más y más escalofríos. Decidí levantarme, lo hice rápido y torpemente.
-Hola- respondí.  

Me acerqué y le dí dos besos. Lo hice muy rápido, porque estaba muy nerviosa, me temblaban las manos.
Noté cómo Liam se reía de mi reacción.
La chicas se levantaron y saludaron.
-¿Queréis pasar?- dijo abriendo la puerta del camerino y extendiendo una mano para indicarnos que entráramos.
-Cl, cl, claro, gracias- dije.
Entramos de una en una, yo fui la primera, entré y me quedé de pie observando a las chicas, que antes de entrar, se quedaban paradas enfrente de Liam, y le sonreían.
-Sentaos, por favor. Los chicos vienen ahora, es que han tenido un problemilla con una fan-
Nos sentamos en un sofá de cuero blanco, y Liam, se sentó en un sillón que estaba justo en frente.
-Bueno, ¿Qué tal?- dijo mientras nos observaba.
-Bien- dijimos todas a la vez mientras le sonreíamos.
-¿Queréis tomar algo?-
-No- respondimos sonriendo.
Crucé las piernas.
 Agachó la cabeza y soltó una pequeña carcajada.
En ese momento se escuchó un grito muy agudo, miré hacia la puerta y era Louis diciendo tonterías.
-Hey, ¡Hola!- dijo con el mismo tono de voz con el que gritaba.
Nos levantamos todas de un salto del sofá. Sonreímos, se acercó a nosotras y le dimos un beso en la mejilla. Vimos que detrás de el venía Niall, que entró con la cabeza agachada, con su guitarra en la mano, éste no nos saludó, solo se sentó al lado de Liam, y Louis, después de saludarnos se sentó al lado de Niall.
-¡Niall! ¿Qué modales son esos? ¿No te han enseñado a saludar a las señoritas ?- dijo Zayn desde la puerta. Cada vez sonreíamos más.
En ese momento, Niall, miró hacia nosotras y comenzó a reirse.
-Lo siento, no me había dado cuenta, perdonadme- se levantó y nos dio dos besos a cada una.
 No sabíamos que hacer, solo reímos nerviosas. Niall se volvió a sentar y Zayn, vino a saludarnos. 

No venia nadie más, así que nos volvimos a sentar mientras Zayn hacia lo mismo.
Pasamos los siguientes 15 minutos hablando.
-Tenéis un acento un poco raro, ¿sois de aquí?- volvió a preguntar Liam.
-Pues, la verdad es, que somos españolas- respondí
En ese momento, Niall arqueó las cejas, levantó la cabeza, y se le iluminó la cara. Se me quedó mirando, de una manera un poco rara, me sentía un poco incómoda, pero yo me limité a sonreír.
-Hola guapas- dijo en un perfecto español.
Nos sonrojamos y reímos.
Escuchamos unos fuertes golpes que venían de fuera, cuando de pronto se abrió la puerta y apareció Harry.
-Ya era hora- dijo Louis.
Parecía cansado, cómo si hubiera estado corriendo.
-¿Qué tal?- dijo mientras sonreía.
Dios, me encantaba cuando lo hacía, se le marcaban los hoyuelos.
Nos saludó dándonos un abrazo. Hizo lo mismo.
No parábamos de reír, estaban cómo una puta cabra.
Les preguntamos un par de cosas, y cuando terminamos de hablar, Niall comenzó a tocar la guitarra y todos cantamos, icluidas nosotras.
Tocaron canciones cómo “Moments” o “More Than This”. Nos echámos muchísimas fotos juntos, pasamos la tarde entre bromas y risas, y yo ya empecé a soltarme un poco.
Los chicos nos preguntaron unas cuantas cosas sobre España, se veía que les gustaba. Paul, que andaba por allí, nos trajo unos pastelitos.
-¡Por fín! Me moría de hambre- dijo Andrea. Todos reímos.
La experiencia nos gustó bastante, descubrimos que los chicos eran muy campechanos.
No se cómo lo hicimos, pero acabamos bailando en la alfombra con el Just Dance 4.
Estaba bailando con Harry, cuando entró Paul. 

-Es hora de irse chicas- dijo desde la puerta.
-Oooooh- dijeron los chicos.
 -¿Os queréis quedar a cenar?- preguntó Louis.
-¡Sí!- dijo Andrea.
-Andrea, no podemos- dijo Cristina.
Los chicos se miraron extrañados.
-Se nos va a hacer tarde- añadió Silvia.
-Ya son las 12.30h, nos queda un trocito importante en metro hasta llegar a casa- dije.
-¿Dónde estáis alojadas ahora?- preguntó Harry.
-Estamos de alquiler en un pequeño piso en Westminster- dijo Mayka.
-Bueno, pues nada- añadió Zayn.
-Ha sido un placer, muchas gracias por pasar la tarde con nosotros, sois increíbles- dijo Liam mientras nos acompañaba hasta la puerta.
-Liam, gracias a vosotros por aguantarnos, sois impresionantes- dije.
Estábamos saliendo por la puerta, cuando Niall nos interrumpió.
-Oye, ¿no os iréis así verdad?- Se levantó del sofá bruscamente.
-¿Cómo?- preguntamos extrañadas.
-Yo me he quedado con ganas de una cena con vosotras-
OMFG, pensé, joder.
-Niall, nosotras también, ya nos gustaría, pero tenemos que irnos- dijo Silvia.
-Dadnos vuestros móviles y os llamamos- dijo Harry.
-¿En serio?- pregunté.
Los chicos rieron cuando vieron la cara que puse.
-Claro- dijo Louis.

Cogieron sus iPhones y apuntaron nuestros teléfonos.
-Pues nada, hasta la cena- dijo Louis con una sonrisa peculiar, de esas que sabes que son de verdad porque se te cierran un poco los ojos.
Les dimos un par de besos a cada uno, y salimos de nuevo, al largo pasillo. Todas nos miramos y dimos un pequeño gritito, luego nos reímos, estábamos alucinando. El pasillo lo recorrimos entero y salimos al escenario, donde nos encontramos a Ed, parecía un poco preocupado, estaba hablando con un hombre vestido de negro con gafas de sol.
-¿Qué hacemos? ¿le pedimos autógrafos o fotos?- preguntó Andrea.
-Yo quiero- dijo Mayka.
-Yo también- añadí
-No sé, parece ocupado- dijo Cristina.
-¡Ed!- gritó Andrea.
-¿¡Que haces!?- preguntó Silvia.
Ed nos miró, e hizo un gesto con la mano para que esperáramos un momento.
Terminó de hablar con el hombre y se acercó a nosotras.
-Hola chicas- sonrió.
-Hola Ed- dijo Silvia.
-¿Te importaría echarte unas fotos con nosotras?- preguntó Cristina.
-Claro que no- respondió. Llamó a un hombre que salía del pasillo y le dijo que nos echara un par de fotos.
-Me tengo que ir, ha sido un placer señoritas- dijo mientras nos decía adiós con la mano y se retiraba.
-Este es, sin duda, el mejor puto día de mi vida- dije.
-Y el mío- dijo Andrea.
-Pienso lo mismo- dijo Mayka.
-Y yo- dijo Silvia.

-Me uno- dijo Cristi.
Salimos del estadio y cogimos un autobús que nos adelantó un poco hasta la estación de metro más cercana.
Salimos del bus, y nos metimos en el metro, que nos dejó cerca de casa.
Cuando llegamos, nos pusimos los pijamas, cenamos ensalada, que era lo único que podíamos hacer, y nos tumbamos en el sofá, cuando recibí un mensaje al móvil.
_________________________________________________________________________________
Pues nada, aquí está el capítulo 5, he subido antes porque no sabía si me iba a dar tiempo o no de subir este fin de semana. Pues eso, que espero que os guste :D Muchos besitos  xxxx



domingo, 17 de febrero de 2013

Capítulo 4


*Narra Nerea*
Me levanté por la mañana, no podía evitar sonreír, porque sabía lo que tocaba, así que desperté a las demás. Andrea todavía dormía.
Nos sentamos todas en la cocina.
-Bueno, ¿Cómo le damos la sorpresa?- pregunté.
-Pues, podemos llevarle el desayuno a la cama y ponerle un sobre con las entradas- propuso Silvia.
-¡Ya lo tengo! Le compramos unas flores, hacemos lo que ha dicho Silvia y… bueno, las entradas se las podemos meter en una caja de bombones- dije.
Todas aceptaron y nos pusimos manos a la obra. Cristina y Silvia se fueron a la floristería mas cercana, y fueron a comprar los bombones y las flores mientras que Mayka y yo bajamos al bar a recoger la tarta que encargamos. Era de chocolate negro, con tiras de chocolate blanco.
-¡Que buena pinta tiene! y que hambre tengo…- le dije a Mayka mientras subíamos las escaleras.
Llegamos a la puerta de casa, Mayka la abrió porque yo tenía la tarta en brazos, y nos encontramos a Silvia y a Cristina preparando la bandeja con un enorme ramo de tulipanes y margaritas.
Dejamos la tarta en un plato, lo pusimos sobre la bandeja, y nos fuimos a despertar a Andrea.
*Narra Andrea*
Estaba durmiendo plácidamente cuando escuché a las chicas cantar cumpleaños feliz desde la puerta. Abrí los ojos cómo pude, me quité las legañas y empecé a reírme con mi voz de camionero de por la mañana al ver que me habían preparado una bandeja con flores, una tarta, bombones y un sobre que decía: Para que todos tus sueños se hagan realidad ¡Feliz cumpleaños!.
-Gracias chicas, sois las mejores- dije mientras reía. 

-Más mejores vamos a ser cuando abras el sobre- dijo Cristina
Abrí el sobre despacio, estaba intrigada pero quería darle “emoción”, así que me tomé mi tiempo.
-¡Dios mío! No me lo puedo creer, ¡¡voy a conocer a mis ídolos en persona!! Sois las mejores-
Solo podía gritar, dar saltos encima de la cama e ir a besar a las chicas un millón de veces más.
Todas se reían de mi reacción.
*Narra Nerea*
-Me alegro de que te guste, pero ¡yo tengo hambre!- dije mientras cogía un trozo de tarta con las manos. Se lo tiré a Andrea a la cara, para  que dejara de dar saltos cómo una loca.
-¡Ey! ¿Qué haces? ¿estás loca? Esto es la guerra- dijo Andrea mientras cogía otro trozo de tarta.
-No, no, no, no, no, ni se te oc…- tarde.
-Te vas a cagar,¡guerra de tarta!-
-No, parad, que lo vais a pringar todo- dijo Mayka mientras se cubría con las manos.
En ese momento, Cristina, cogió otro trozo de tarta, y se lo tiró a Silvia. Silvia, hizo lo mismo, y acabamos todas entre risas, manchadas de chocolate tiradas de mala manera en la cama.
-La que se ha liado en un momento- dije mientras me chupaba el chocolate de las manos.
-Ahora lo tenemos que limpiar eh… que se han manchado hasta las cortinas-
-Joder, Mayka, relaja un poco, luego limpiamos- dijo Andrea.
Nos metimos de una en una en la ducha y decidimos salir a dar una vuelta. Estaba un poco nublado, así que me puse unos vaqueros largos oscuros, con una camiseta de manga corta amarilla, y unas converse azules.
Andrea se puso unos vaqueros claros con una camisa roja y negra de cuadros y unas botas altas negras.
Silvia se puso unas mayas azules con una sudadera de Oxford. Cristina se puso unos vaqueros oscuros rotos con unos tenis blancos y una camiseta roja de manga corta, y Mayka, se puso una blusa de manga corta blanca con unos chinos azules. 

Nos fuimos a dar un paseo, y quisimos ir a Hyde Park, así que nos fuimos en metro.
Llegamos a Hyde Park, y nos echamos un montón de fotos, que por supuesto, subí a facebook para que la familia nos viera. Terminamos de hacernos el reportaje y nos sentamos en una mesa antigua de madera.
No podía evitar sonreír, creo que estaba viviendo uno de los mejores momentos de mi vida.
-Chicas, os quiero mucho, siempre juntas ¿vale?- dije mirándolas a los ojos.
-Por supuesto- dijo Cristina mientras me abrazaba, estaba sentada a mi lado.
-¿Cómo creéis que será conocerles? ¿Les vais a decir algo?- pregunté nerviosa.
-No se, yo creo que voy a llorar- dijo Silvia
-Yo creo que también- dijo Mayka sonriendo con el ceño fruncido y con la cabeza gacha.
-Y yo- dijo Andrea mientras le daba vueltas al móvil con un dedo.
-Pues yo creo que…- dijo Cristina mientras la interrumpía el teléfono de Silvia.
*Narra Silvia*
Estábamos escuchando atentamente a Cristina cuando me mandaron un mensaje al móvil.
Era de Raúl: ¿Quedamos? Creo que tenemos cosas pendientes que hablar.
-¡Tías! Es, esss, es Raúl- Todas me miraron atentamente.
-Dice que quiere hablar conmigo. Necesito quedar con él.- dije agachando la cabeza.
-Vais muy deprisa- dijo Nerea
-Ya…pero, es que es tan… gracioso, tan guapo, tan…-
-¿pero te gusta?- preguntó Cristina
-Sí, pero no se que piensa él-
-Pero Silvia, si te besó, pensará lo mismo- añadió Andrea
Me aparté un poco y decidí llamarle.

*Conversación telefónica*
-¿Sí?-
-Raúl, soy Silvia, ¿Qué querías?-
-¿Puedes quedar hoy?-
-Lo siento, es el cumple de una amiga. Raúl yo… yo creo que vamos muy rápido-
-¿Cómo?-
-Pues que te conozco de hace dos días y… y bueno, creo que es un poco precipitado-
-Silvia yo…-
-Lo siento, me pareces un chico estupendo, pero me tienes que dar tiempo-
-Bueno, vale pero…-
-Raúl, apenas te conozco, y ya nos hemos besado, me caes muy bien, pero no estoy segura-
-¿Segura de qué?-
*Fin de la conversación telefónica*
Cuando colgué, me sentí mucho más confundida que al principio. Respiré profundo y me volví a sentar en la mesa.
Estábamos hablando de la conversación con Raúl, y las chicas me apoyaron. De repente se acercaron un grupo de chicas, que llevaban tiempo observándonos preguntándonos que de dónde éramos. Hablamos con ellas un rato y nos echamos un par de fotos.
Se nos hizo un poco tarde así que compramos unos bocadillos y nos volvimos a casa.
Cuando llegamos nos sentamos en el sofá y cogimos los teléfonos. Miré twitter y no había nada interesante, miré facebook y ya estaban todas nuestras madres comentándolas fotos que subimos. Pasamos la tarde riendo.
*Narra Nerea*
Estábamos sentadas en el sofá, cuando se me ocurrió una idea
-Oye,¿nos vamos a un club de streptease?-
-¿Cómo?- dijeron todas sorprendidas-
-A ver, tenemos 18 años, vamos a divertirnos un poco ¿no?, estamos en Londres, joder, sin padres y tengo ganas de fiesta. ¡Estamos de cumpleaños!-

Todas se miraron entre ellas, sonreí y se vistieron.
Yo me puse un vestido negro, bastante corto, abierto por la espalda. Lo combiné con unos tacones de aguja negros y me puse unas medias color carne. Me pasé las planchas, y me pinté.
Silvia se puso un vestido plateado ancho, con detalles de piedras negras y un cinturón finito negro, de manera que le quedaba bombacho por arriba y un poco más ajustado por debajo. Se lo puso con unos tacones de plataforma negros y se hizo un recogido de un moño.
Cristina se puso un top negro con una falda de gasa blanca, también lo combinó con unos tacones negros.
Mayka se puso unos pantalones negros con una camisa de manga corta negra que tenía dos rayas blancas en los costados. Se puso unos tacones de plataforma.
Quisimos que Andrea destacara, así que se puso un vestido rojo con escote de barco muy ajustado y unos tacones de aguja negros. Cogimos los bolsos y nos fuimos.
Salimos de casa y primero nos fuimos a un bar de copas, donde bailamos muchísimo y bebimos.
Íbamos paseando y notábamos cómo la gente nos miraba. Pedimos un taxi, que nos llevó hasta el club de streptease.
Nos tiramos en la calle hasta las 4 de la mañana, íbamos todas con nuestro puntito, creo que nos pasamos un poco bebiendo.
Nos costó un poco llegar hasta casa, porque no podíamos andar bien. Íbamos mareadas, yo un poco más, no controlaba cuando salía de fiesta. Estábamos andando y me caí, las chicas me ayudaron a levantarme entre risas y opté por quitarme los tacones.
Conseguimos llegar hasta casa, nos costó lo suyo, pero lo conseguimos.  No nos cambiamos , nos tiramos en el sofá y nos quedamos dormidas.
Los días pasaron y, nos lo estábamos pasando genial, ya andábamos un poco escasas de dinero así que le pedimos al dueño del bar de debajo de casa que nos contratara. Ya teníamos una responsabilidad, empezamos a trabajar pero Andrea sabía que no era lo suyo, era un poco torpe y le costó bastante aprender, así que lo dejó, y empezó a trabajar en una boutique de ropa un poco cutre, pero es lo que había.
*Días más tarde*

Esa noche apenas había podido dormir, sonó el despertador, me levante y me puse a gritar para despertar a las demás, ese era nuestro día, el día tan esperado, el que jamás olvidaríamos y probablemente el mejor de nuestras vidas. ¡Ibamos a conocer a nuestros ídolos! Fui de cama en cama, subiéndome y saltando para despertarlas, las demás cuando se levantaron se pusieron a saltar y nos fundimos en un fuerte abrazo.
____________________________________________________________________________
Bueno, aquí os dejo el 4º capítulo, siento no haber podido subir antes, pero estoy un poco liada con los exámenes. Espero que os guste, besos :)x


sábado, 9 de febrero de 2013

Capítulo 3


Entramos por la puerta de casa, y automáticamente nos dividimos para cambiarnos y relajarnos.
Mayka y Silvia se metieron en su habitación, la grande, y se pusieron los pijamas. Terminaron de cambiarse y se sentaron en el sofá mientras  veían “Love Actually” que casualmente estaban emitiendo por la tele.
-Chicas venid, que están echando la peli de Harry- gritó Silvia desde el salón.
Se escuchó la puerta del baño abrirse a toda prisa.
-Ya voy- dijo Andrea mientras gritaba y corría por el pasillo.
-Andrea, ¡que se te está cayendo la ropa!- gritó Cristina, que salía del baño detrás de ella.
Todas se sentaron con el pijama puesto en el sofá, menos yo, que aún no me había cambiado.
-¡Nerea! ¿no vienes?- gritó Mayka
-Sí, dadme un momento- dije desde la cocina.
Cogí un taburete y me senté al lado de la ventana de la cocina mientras me fumaba un cigarro.
No podía parar de pensar en lo que me estaba pasando, ¡en apenas 7 días iba a ser el concierto de mis ídolos!
Me costaba mucho asimilarlo, pero estaba feliz. Echaba mucho de menos a mis padres y a mi hermano.
Terminé de fumarme el cigarro, salí de la cocina y me metí en mi habitación para ponerme el pijama. Me puse uno azul de lunares muy suave, mis zapatillas de zanahorias y conejitos, y me recogí un moño de estudiar. Finalmente, salí de mi habitación y me senté en el sofá.
-Ya estoy aquí ¿qué me he perdido?-
Nos costó un  poco coger el hilo de la película, pero finalmente lo conseguimos y cuando terminó, Andrea se fue a la cama.
Aprovechamos para hablar de su cumpleaños, que era en un par de días.
-¿Qué le vamos a regalar?- pregunté
-Pues no lo tengo muy claro- dijo Silvia con la cabeza gacha.
-Podemos regalarle un M&G- propuso Cristina
-Ala, ¿Qué dices? Eso es carísimo- añadió Mayka
-A demás, ¿Qué hacemos? ¿le compramos el M&G y nosotras nos quedamos mirando?- dijo Silvia.
-No, la cosa sería comprarnos uno cada una- dijo Cristina
-Bueno, vamos a mirar precios, igual encontramos alguna oferta buena- propuse.
-Vale, pero ya mañana, que estoy cansada y mañana voy a tener ojeras para mi cita- dijo Silvia mientras sonreía pícaramente.
Cada una se fue a sus respectivos dormitorios y se acostó.
Me sentía incómoda durmiendo sola, no sabía por qué, ya que siempre lo había hecho. Decidí no darle importancia, cerrar los ojos y dormir.
*A la mañana siguiente*
Me desperté, miré el reloj, eran las 11:26h, así que me levanté de la cama y me fui a la cocina, donde me esperaban todas desayunando, menos Silvia, que se estaba duchando.
-Buenas- dijo Andrea con una sonrisa inmensa
-Buenísimas ¿y a ti que te pasa?- pregunte confusa.
-No se, estoy nerviosa y contenta- dijo mientras le pegaba un mordisco a su tostada.
Me senté en la mesa y cogí un bollo.
*Narra Silvia*
Salí de la ducha y escuché cómo mi móvil sonaba, tenía un nuevo mensaje:
 Hola Silvia, soy Raúl, en media hora estoy allí.
Madre mía me tenía que dar muchísima prisa, me sequé, y me puse la ropa interior.
Salí del baño y me puse mi vestido, el que un par de horas antes, Cristina me había ayudado a escoger.
Era un vestido muy bonito, era color rosa claro, de palabra de honor, ajustado por arriba y cuando llegaba al ombligo, tenía una caída preciosa, era muy corto.
Decidí combinarlo con unos tacones de plataforma negros.
Mi pelo era corto, con un rizo grande y definido, así que me pasé las planchas para que se viera mas largo, y me hice un pequeño tupé con el flequillo.
Terminé de arreglarme y llamé a Nerea para que me maquillara, esta me pintó con eye-liner y me puso una sombra de ojos color café. Me puse rimel y un poco de gloss.
Ya estaba lista, así que fui a la cocina para que todas me vieran.
-¡Estás genial!- dijo Mayka
De repente sonó el telefonillo y Cristina fue a abrir.
-Tu amado te espera, corre- dijo Cristina
Todas reímos. Me desearon suerte y me fui.
Llegué abajo y allí estaba, esperándome con un ramo de margaritas en la mano. Sus ojos me observaban de arriba a abajo mientras bajaba la escalera. ¡Qué guapo era!.
-¡Guau! Estás preciosa- Me sonrojé.
El iba con unos vaqueros cagados oscuros y una blazer negra.
-Gracias- dije mientras agachaba la cabeza.
Notaba cómo cada vez me sonrojaba más.
-Te he traído esto- dijo mientras me daba las flores.
-Son preciosas, gracias- levanté la cabeza y sonreí.
-Bueno, ¿Qué? ¿nos vamos?- dijo mientras sonreía.     
Nuestra casa, estaba en Westminster así que cogimos su coche, primero me llevó a dar un paseo por Birdcage Walk, ya que estaba cerca de un restaurante llamado Bank Westminster donde comeríamos. El paseo se me hizo un poco incómodo, no sabía de qué hablar con él, pero el siempre conseguía romper el hielo diciendo alguna tontería, me reía mucho con todo lo que hacía.
 Terminamos de pasear y nos metimos en el restaurante, me quedé un poco perpleja, porque era un restaurante muy lujoso, jamás había estado en ninguno parecido.  
Pedimos mesa y nos sentamos.
-Bueno y…¿por qué me dices que estas aquí, Silvia?-
-Pues verás, estoy pasando aquí una temporada con unas amigas, nos iremos cuando acabe el verano.-
-¿Te irás?-
-¡Claro! Necesito empezar la universidad, y la quiero empezar en España, con mi familia.-
-Pues yo también me estoy planteando volver a España con mi familia.-
Así pasamos la comida, conociéndonos un poco y hablando de nosotros.
Terminamos de comer, pagó, y volvimos a pasear por Birdcage Walk para llegar a St.james's Park, un sitio precioso, en el que pasamos el día hablando, riendo y dándole de comer a los patos del lago.
*Narra Nerea*
Silvia se fue, estábamos todas muy nerviosas.
Necesitábamos saber qué hacer con el regalo de Andrea, así que me puse a mirar por internet mientras las demás dormían la siesta.
Finalmente, encontré una mujer que vendía entradas para el backstage para el concierto en el O2 Arena a un precio razonable, así que no podía dejarlo pasar. Me puse en contacto con la mujer y conseguí quedar con ella esa misma tarde para comprarle las entradas.
Intenté arreglarme sin hacer ruido y salir de casa.
-¿Dónde vas?- preguntó Mayka cuando yo, estaba apunto de salir por la puerta.
-A por el regalo de Andrea, he encontrado una buena oferta, luego te cuento- dije susurrando.
Salí de casa y me reuní con la mujer.
*Narra Mayka*
Nerea se fue, y pensé que ya iba siendo hora de despertar  a Cristi y a Andrea, y así lo hice.
-¿Y Nerea?- preguntó Cristina
Le expliqué todo en el oído mientras Andrea se desperezaba.
Estábamos aburridas, así que decidimos llamar a Silvia para putearla un rato.
*Narra Silvia*
Estábamos viendo atardecer sentados en el banco.
-Silvia, tengo que decirte que me encantas, que estoy muy agusto contigo, y que me alegro de haberte conocido- dijo Raúl mientras se rascaba la barbilla.
-Bueno, yo también me lo paso genial contigo y que me gust…- Me interrumpió el teléfono.
Me puse roja en seguida y decidí cogerlo.
*Conversación telefónica*
-¿Si?-
-Hola, ¿Qué tal va todo? ¿te llevamos condones o crees que aguantas el calentón?- todas rieron
-Pues no, creo que.. Creo que se ha equivocado- respondí. Tenía que disimular delante de Raúl.
-No, es aquí. ¿Te lo vas a tirar? Es que hija, tanto tiempo a dos velas…- rieron a carcajadas.
-Eh… esto, uh… creo que se equivoca eh…- dije sonriendo
-¡No me repliques! ¿te lo habrás morreado por lo menos?-
-Pero… yo…-
-Tráetelo a casa, mujer, si lo estás deseando.-¡Serán hijas de puta! Pensé.
-Que no eh… que creo que se ha equivocado, adiós- colgué.
*Fin de la conversación telefónica*
-¿Quién era?- me preguntó Raúl
-Nada, una mujer vendiendo seguros- contesté
-¿Qué me querías decir?-
-Ah, sí, pues que me gustas mucho y que…- me volvió a interrumpir el móvil.
*Conversación telefónica*
-¿Sí?-
-Hola ¿quieres naranjas?-
Me alejé un poco para poder hablar con ellas.
-¿Qué coño hacéis?-
-Vender naranjas-
-Parad ya por favor, que ya está a puntito- dije de una carcajada.
-Vale, pero tu te lo tiras eh…- todas rieron
-Que sí, que sí, adiós-
*Fin de la conversación telefónica*
Me volví a acercar al banco. Apagué el móvil por si acaso.
-Es tarde, ¿nos vamos ya?-
-Sí-
Cogimos el coche y me llevó de vuelta a casa. El camino se me hizo larguísimo, apenas hablamos.
Me dejó en la puerta, y justo antes de bajarme, me agarró la mano.
-Silvia, me gustas mucho-
Me quedé sorprendida, le miré la mano y luego volví a sus ojos.
-Bueno, eso era lo que quería decirte antes cuan…- Me interrumpió y me calló con un beso.
-Yo…- carraspeé.
-Ya te llamo, ve a casa y descansa- volvió a besarme.
-Vale, adiós-
Bajé del coche y llegué a casa.
Estaban todas cenando pizza sentadas en la mesa. 
-Ya está aquí la Julieta- dijo Mayka.
-Pizza, ¿a que se debe?- pregunté mientras me frotaba las manos.
-Nerea, que ha traído unas pizzas porque nos quiere mucho- dijo Andrea sonriendo
-Sois unas cabronas, como os pasáis- dije gruñona.
-¡Cuéntanoslo todo!-
Eso hice, me senté a cenar con ellas y les conté detalle a detalle.
-O sea, ¿que estáis saliendo?- dijo Nerea
-¡No! No, para nada, o… sí. No lo se, estoy confusa-
-Pues a ver, cuando te llame lo aclaráis- añadió Cristina.
Terminé de cenar, miré la hora, y eran las 22:37h, así que me puse el pijama al igual que todas las demás, y nos sentamos en el sofá.
*Narra Nerea*
Estábamos en el sofá, y aproveché para contarles a las chicas lo del regalo de Andrea, ya que estaba en el baño.
Les expliqué todo, y les encantó la idea, así que me pagaron cada una sus entradas y nos fuimos a dormir.

domingo, 3 de febrero de 2013

Capítulo 2


Estábamos subiendo por el ascensor, era un poco pequeño, así que nos apretujamos bastante e intentamos subir como mejor pudimos. Nuestro apartamento estaba en la planta 3. Estábamos todas ansiosas por ver el piso nuevo. Nos bajamos del ascensor y nos acercamos a la puerta, era de madera blanca, muy antigua, pero muy bonita, el edificio en sí era precioso. Silvia llamó al timbre y esperamos a que nos abriera el dueño de la casa.
-Bienvenidas- dijo mientras nos abría.
-Gracias- gritamos todas a la vez
-Se os ve entusiasmadas eh…, pasad, no seáis tímidas.-
Era un hombre bastante mayor, entre unos 55 y 60 años de edad.
Entramos de una en una, la primera en hacerlo fue Andrea, que dio un grito de emoción al llegar al salón. La verdad, me asusté un poco al ver al hombre, porque pensaba que el piso iba a estar decorado un poco… a lo antiguo, pero me equivoqué.
-¡Vaya! Pues el piso está bastante bien- comenté
-Es de mi hijo. Actualmente está en África, volverá en un par de años.-
-¿Cuántos años tiene?- preguntó Andrea
-¡Andrea!- exclamamos todas a la vez
Sinceramente, a veces me preocupaba lo descarada que era esta chiquilla.
-Sentaos por favor- insistió el hombre
Eso hicimos. No nos costaba hablar el inglés, porque todas teníamos el título, ya que estuvimos en la escuela oficial de idiomas, se podría decir que habíamos pasado casi todas nuestras vidas juntas.
-Bueno, aquí tenéis los papeles, en cuanto los firméis, os dejaré las llaves y me iré.
-Cristi, ¡fírmalos tú!-
-¿Yo? Que va eh… que luego me meto en líos.-
-¡Ala! Que exagerada eres niña, ni que fuéramos asesinas en serie.- dije mientras me reía.
-Anda, ya firmo yo.-dijo Mayka
Firmó el papel, pagamos al hombre lo que le debíamos y nos entregó las llaves. Este se fue.
-¡Por fin! Mi sueño cumplido, en Londres, con mis cuatro mejores amigas viviendo en un apartamento, joder.- gritó Silvia mientras sus lagrimas le caían por la cara.
-Cariño, lo mejor aún está por llegar. Tenemos que ir a un concierto ¿recuerdas?- dije con una sonrisa de oreja a oreja. 
-¡Mamá!- grité de repente. Tengo que llamarla. Todas se acordaron e hicieron lo mismo.
 
*Conversación telefónica*
-¿Sí?-
-Mami, ya hemos llegado, está todo bien. El piso es muy amplio y bonito y ya hemos pagado, ahora nos iremos a dar una vuelta para conocer la ciudad.-
-¡Estupendo! oye una cosa que se me olvidó comentarte; en el bolsillo pequeño de tu maleta tienes un cuadernillo con un número escrito. Es mi numero de cuenta, saca dinero cada vez que necesites algo, pero no abuses, que nos conocemos.
-Vale mamá, te dejo, que me sale caro, adiós.-
-Vale, tened cuidado.-
*Fin de la conversación telefónica
-Bueno ¿Qué? ¿Nos acoplamos?-
-¡Claro!- dijeron todas.
Le echamos un vistazo a los dormitorios, había tres, uno con dos camas individuales, otro con una sola cama individual y el último con una enorme cama de matrimonio. Cada habitación tenía dos armarios, menos la individual, que solo tenía uno.
-Me pido la cama grande- dije mientras soltaba las maletas en la puerta de la habitación grande, donde estábamos todas y donde nos quedamos boquiabiertas al ver lo gigantesca que era. Salí corriendo hacia la cama de matrimonio y me dejé caer bocabajo .
-Si hombre, eso hay que sortearlo- dijo Andrea
Me incorporé.
-Fácil, la ultima que llegue a la pared del salón, duerme en la habitación individual, la penúltima y la antepenúltima duermen en la habitación de las dos camas, y las dos primeras duermen en la de matrimonio ¿queda claro?- propuse. En ese momento se miraron unas a otras y salieron corriendo entre carcajadas. Yo aún seguía sentada en la cama
-¡Ey! No vale, no habéis avisado- grité desde la habitación. En ese momento pude escuchar como Mayka y Silvia gritaron “hemos ganado, sí señor, somos las putas amas, querednos mucho bitches”.
Salí de la habitación y vi como todas se estaban divirtiendo.
-Nereita, te toca dormir solita- pensé .
-¡No es justo!- exclamé mientras reía.
-Ahora te aguantas- dijeron todas mientras se reían mas aún y Cristina me guiñaba un ojo.
-Jo, pues nada, me tocará dormir sola. Mejor, así cuando me traiga chicos a casa tendré mas intimidad.- dije en una carcajada.
-¡Nerea!- gritaron todas. Comenzaron a reírse mas todavía.
Después de una larga lucha sobre quién se quedaría con qué cama y demás, decidimos colocar ropa en nuestro respectivo armario y apoderarnos de los dos cuartos de baño.
-Por fin, acopladas- dijo Andrea en un suspiro mientras se dejaba caer en el sofá. 
Nos sentamos todas en el salón.
-Chicas, tengo hambre, me rugen las tripas.- dije con tono de niña chica.
-¿Qué hacemos? ¿pedimos algo para comer?- preguntó Mayka.
-¡Pidamos chino!- propuso Andrea.
-Andrea, la baba- dijo Silvia mientras se reía.
-Yo prefiero pizza- dijo Cristina
-¡No! Pizza no, que van a tardar un montón en traerla.- dijo Mayka
-¡Claro coño, llamamos a un chino, que para eso están, para hacer las cosas rápido!- exclamó Andrea
-Está bien.- dijo Mayka sonriendo.
Nos decantamos por llamar a un chino, cogí el teléfono y llamé. Tardaron unos 25min. en traer toda la comida.
Terminamos de comer, apenas hablamos porque teníamos mucha hambre y nos pusimos a recoger y a limpiar todo.
-¿Qué hora es?- Pregunté confusa
-Las 18:45h- respondió Andrea
-¿Has cambiado la hora?-
-Hombre pues claro-
Hacía un día bastante bueno, y eso en Londres había que aprovecharlo, allí nunca sabías cuando iba a llover o no.
-¿Y si vamos a ver el London Eye, o el Big Ben, o el puente de Westminster? – Pregunté.
-¡Si está todo junto!- dijo Cristina mientras reía.
Decidimos hacerlo, así que cada una se metió en su respectiva habitación y se vistió. Yo me puse unos vaqueros grises con una camiseta de media manga de rayas crema y azul marino con unas sabrinas azules marinas y una mochila de cuero marrón oscuro.
En la mochila metí la cartera, el tabaco, una botella de agua, las llaves y una rebeca, por si acaso después por la noche refrescaba. 
No me pinté mucho, solo me puse un poco de “eye-liner” y una pizca de colorete y brillo de labios.
Cuando todas nos arreglamos, salimos de casa bastante emocionadas. Pedimos un par de taxis que nos llevaron cerca del Big Ben, allí nos bajamos.
Aquello era impresionante, era una de las cosas más bonitas que había visto en mi vida. Por supuesto, nos echamos miles de fotos.
Cuando terminamos de ver el Big Ben, nos seguimos echando fotos en la esquina del puente de Westminster.
También quisimos visitar el famoso London Eye, fue impresionante, no tenía palabras para describir lo que sentía en ese momento. Nos echamos muchísimas más fotos subidas en el, y decidimos echarnos una con funny faces, que obviamente publiqué en twitter diciendo “¿A que no adivináis donde estamos? Xx.
Bajamos del London Eye y decidimos ir a un banco que estuviera cerca, donde poder sentarnos y descansar un rato.
-¡Buaf, estoy molida!- dije mientras me estiraba.
-Y yo.- dijo Andrea
Vimos que a pocos metros de nuestro banco, había un pequeño puesto de helados.
-¿Alguien quiere helado?- Preguntó Silvia.
-Si pagas tú…- dijo Andrea.
-Hoy me siento generosa oye.-
-¡Genial! Yo lo quiero de fresa, Silvia.- dijo Mayka.
-Yo de nata.- dijo Cristina.
-¡Pues yo de turrón!- exclamó Andrea
-¿Y tu, Nere?- me preguntó Silvia.
-Yo te acompaño, a ver de que hay.-
-Vale.-
Llegamos al kiosco y Silvia pidió los tres helados. Silvia y yo nos quedamos un poco extrañadas al ver que el chaval que nos atendía, bastante mono por cierto, se llamaba Raúl, ¿qué clase de inglés se llama Raúl?
Decidimos no darle importancia.
-¿Tu de que lo vas a querer al final, Nerea?- me preguntó Silvia en español.
Cuando hablábamos entre nosotras, siempre lo hacíamos en español.
-Yo lo quiero de chocolate.- respondí
-¡Ala! ¿Sois españolas?- dijo con una sonrisa que le llegaba hasta las orejas.
-Sí- dijimos unísonas 
-¡Yo también!-
Nos miramos y nos sonreímos. – Ya nos extrañaba a nosotras..-
-¿De que parte?-
-De Cádiz.- contestamos a la vez
-Yo soy de Murcia. Encantado, soy Raúl.-
-Yo soy Silvia, y esta es Nerea.-
-Encantada.- respondí.
-Oye, se que es precipitado y que apenas nos conocemos, pero sois las únicas españolas que veo desde hace mucho tiempo, ¿Que te parece si nos vemos mañana y te invito a comer? que tengo el día libre.-
-Claro, me encantaría.- respondió Silvia.
Se intercambiaron los teléfonos, pagamos los helados y nos fuimos de camino al banco.
Fui corriendo con los helados en la mano a contárselo a las chicas. Silvia venía detrás, andando.
-Silvia ha ligado.- dije mientras repartía los helados.
-¿¡Qué!?- dijeron todas a la vez.
-Que sí, con un tal Raúl que es español, trabaja en el kiosco y el muy descarado va y le pide una cita.-
-¿Qué dices? ¿Y está bueno?- Preguntó Andrea
-Si tía, es rubillo, con ojos azules y es altito, tiene un poco de napia pero…-
-¡Que fuerte!- me interrumpió Cristina
Silvia llegó y se sentó en el banco.
- Silvia tiene un piqui- dijo Mayka canturreando. 
-¿Ya se lo has contado?- preguntó Silvia
-Y tiempo me ha faltado.- dije riendo.
Nos terminamos los helados y nos fuimos paseando hasta el primer restaurante que encontramos, allí cenamos y nos reímos mucho, como siempre, bromeando.
Volvimos a pedir taxis y nos fuimos a casa.